Entre en los sagrados terrenos del Club Nacional de Golf de Turquía, donde el golf no es sólo un juego, sino una celebración, un ritual que honra la habilidad y la belleza. Imagínese paseando bajo un cielo bañado por el sol, envuelto por el embriagador aroma de pinos maduros y eucaliptos. Mientras pasea, se sentirá atraído por los imponentes montes Tauro, cuyos picos nevados se alzan como centinelas silenciosos en la distancia. Este no es sólo un campo de golf; es una obra maestra viviente, creada por la naturaleza y el genio creativo del veterano de la Ryder Cup David Feherty y la luminaria del Seniors Tour David Jones.
El Championship Course, de 18 hoyos, es una obra maestra. Se ha ganado sus elogios, siendo el campo de batalla del PGA European Turkish Seniors Open en 1996 y 1997.
Se trata de un campo que impone respeto y recompensa generosamente la destreza. Navegue por un laberinto de tees, desde el desalentador Negro hasta el más indulgente Rojo, y enfréntese a calles que suponen un reto pero nunca un castigo. Sesenta y cuatro búnkeres astutamente situados y 10 pintorescos lagos añaden belleza y complejidad a su juego. ¿Y los greenes? Son un exuberante tapiz de Bermudas híbridas, meticulosamente sembradas en invierno para garantizar un paraíso para el golfista durante todo el año.
Pero el National Golf Club es más que un simple campo: es una venerable institución cargada de historia. Desde su inauguración el 18 de noviembre de 1994, ha sido el referente del golf turco. Si desea mejorar su juego, la Academia de Golf del lugar no tiene parangón, ya que cuenta con instalaciones de vanguardia y entrenadores de primer nivel.
¿Le apetece comer algo después de la ronda? Diríjase a la casa club, donde el Chef Ejecutivo Adnan Kaplan ha elaborado un menú tan refinado como un magistral golpe de chip. El restaurante es una encrucijada culinaria que ofrece la mejor comida tradicional turca junto con delicias europeas y asiáticas. Tanto si le apetece un suntuoso festín de tres platos como un sencillo pero delicioso pide mixto (pizza turca), sus papilas gustativas estarán de enhorabuena. A tiro de piedra, el bar ofrece una amplia selección de vinos y licores locales e internacionales, un marco sublime para brindar por las victorias del día.
Para las almas competitivas, el National Golf Club no es ajeno a la celebración de torneos internacionales. Desde el Seniors Tour hasta el Ladies European Tour, este emblemático campo ha acogido en sus calles esmeralda a algunos de los mejores jugadores de este deporte. Tanto si es un veterano del circuito como un jugador ocasional de fin de semana, el National Golf Club promete una experiencia tan estimulante como embocar un putt largo para birdie.
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